lunes, 19 de julio de 2010

things















"there are worse things

than being alone

but it often takes

decades to realize this

and most often when you do

it's too late

and there's nothing worse

than too late"

 
 
— Charles Bukowski

sábado, 10 de julio de 2010

Bitácora de viaje a la ciudad de Curicó en ruinas

La noche es disciplinadamente insomne y hay un mundo goteado de mundos que la habita.
Los terminales de buses son mundos goteados como suero amargo y triste y bullicioso en las venas negras del mundo
sus códigos de fracaso, sus estilos de gente rumbo a la muerte, sus argumentos de fuerza como pájaros atravesados por la palabra suelo
lo mismo que las cárceles
donde mujeres y hombres esperan, esperan algo, esperan, esperan algo.
Los perros que viven en los terminales se comportan más educadamente que esas criaturas agredidas por una condición, la de seres humanos,
nombre a veces inmerecido por ser demasiado digo yo
digo yo merecido a veces por ser demasiado.
Llegan algunos de esos seres a dormir.
Pero yo opto por (intentar) mantenerme despierto.
Me pregunto ¿puede alguien realmente mantenerse despierto?
Me pregunto ¿puede alguien mantenerse realmente despierto en este mundo?
Me pregunto, y es esto lo que me pregunto,
¿puede alguien mantenerse despierto en este mundo realmente?
Veo rostros atados de pies y manos a las caras.
Es probable, me digo, que alguno de ellos sea escritor. Qué terrible
qué terrible
qué terrible es todo, ¿verdad?
Repítelo:
Es probable, me digo, que alguno de ellos sea escritor
y se encuentre escribiendo la Bitácora de Viaje a una Ciudad en Ruinas.
Un alto en el camino, un alto en realidad
en el largo pasillo que contiene los andenes de este terminal de buses:
Jünger, Ernst Jünger, el soldado que vivió muchos años y escribía,
recorrió seguramente muchas ciudades y un sinfín de pequeños pueblos arrasados por las bombas, convertidos en escombros,
hediendo a cadáveres esparcidos
o apilados en espera del lanzallamas que los incineraría. Ahora
Jünger soy yo.
Ahora, soy yo el que corona el racimo invertido de cadáveres desojados ojo a ojo por los buitres
y deshojados al modo de árboles colgando cabeza abajo
con las raíces enganchadas al reverso del suelo. Lo que veo arder ahora
es la misma llama que recién empieza a arder mañana. Entre los árboles chamuscados en la noche
entre los árboles del bosque chamuscado en que los años convirtieron a este terminal
entre los pedazos chamuscados de árboles que es lo único en pie después de que todo pereciera
en medio de los negros chamuscados cadáveres de árboles crecidos y luego muertos
después de muertos todos los terminales de buses del mundo
entre lo que queda ahora
estoy quedando yo o mi fantasma o qué sé yo
pues uno que es fantasma desde siempre no sabe cuándo se empieza a ser fantasma
vigilando el atardecer de los últimos minutos del planeta.
Un bus, viene un bus.
Ahí me veo, estoy descendiendo. Me miro, me reconozco, lo que significa que percibo
que no soy Borges, que el sólo hecho de mirarme cara a cara lo demuestra.
Un bus, viene un bus.
Ahí me veo, estoy descendiendo lentamente desde el último bus.
Un bus, viene un bus.
Ahí me veo, estoy descendiendo de nada
porque ya lo había dicho
acá sólo hay árboles chamuscados en el atardecer de Curicó
el constante atardecer de los últimos minutos del planeta.

Kato Ramone