sábado, 25 de octubre de 2008

La Inmortalidad hecha Carne...





























...Los niños, se ha dicho una y otra vez, son inmortales hasta el minuto en que toman conciencia de la finitud de los días. Mientras son inmortales, los niños habitan en ese espacio/tiempo en que el cuerpo de Walser yació sobre la nieve, en secreto, sin que nadie lo hallara y estableciera el principio de su condición de muerto, sí, los niños habitan allí, en ese lapso en que sólo otras inmortalidades son posibles: el árbol viejo y sin hojas, el pájaro y el bicho que sólo buscan su alimento, carentes de toda ambición, pues no quieren ser algo en la vida, no buscan trascender en obras o vivir y trabajar en pos de fines de semana, y sencillamente suceden como quien vive para siempre, y el cielo, tendido ahí, como un reverso de escarcha, donde cumple una única función:

estar vacío y ser, al mismo tiempo (qué hermosa locura), el vacío...

Fragmento: Una historia sin Título.

K.R.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Primer Des-encuentro


El primer (des) encuentro entre tres seres de la mima calaña.