Alli fui feliz. Solo que nunca lo supe. Uno percibe la felicidad cuando se acaba.
lo que más se parece a un delincuente es un policia. Los extremos se tocan.
mirar la eternidad es un buén método para no olfatear la sordidez. Aunque estoy casi habituado a la cabrona sordidez
Yo miraba hipnotizado un graffiti con pintura azul sobre la pared: "Lilliam, no me importa que lo sepan, pero trascendiste. Erick". Se alumbraba de rojos y naranjos por las llamas y de nuevo quedaba en la oscuridad.
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