Quise fotografiarme/ y escogí los ojos de un perro vago./ Pequeño vagabundo sin dueño,/ sucio,/ con cardos secos en el pelaje marchito./ No me cobró nada/ y volvió a escarbar su tarro de basura./ Cada uno sigue su camino.
jorge teillier
domingo, 9 de enero de 2011
infinitamente
(...) en la calle desierta me sentía visible y vulnerable, infinitamente.
Jorge Luis Borges
El jardin de senderos que se bifurcan
De "Ficciones"
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Está muy buena la entrada negrito! me encantó!!!! y la cita que elegiste produce un cambio de mirada que da escalofríos. ¿Dónde es? Gaby
1 comentario:
Está muy buena la entrada negrito! me encantó!!!! y la cita que elegiste produce un cambio de mirada que da escalofríos.
¿Dónde es?
Gaby
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